Ayer, 214 subsaharianos lograron saltar la valla que
separa Marruecos de Melilla,
es el asalto más masivo de los cinco que se han producido en los primeros tres meses que contamos este año. El CETI (Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes) acoge ya a 1.300 personas, casi el triple de su capacidad. En lo
que va de año más de 4.000 personas han intentado entrar en Melilla.
Hay
una serie de motivos que impulsan a estas personas a emigrar otros países como son: los motivos religiosos, políticos,
de trabajo etc. En este caso es por motivos meramente económicos.
Para frenar la
inmigración es necesario el progreso en los países pobres, y establecer una serie
de medidas como: igualar los precios y el comercio entre países pobres y ricos
para evitar la explotación en países y zonas menos desarrolladas. En países de
acogida como España, es necesario fomentar procesos de educación y el
conocimiento de otras culturas para tratar como iguales y así llegar al respeto
y la apertura a otras culturas. Se impediría con estas medidas, la creación de
actividades nocivas para ciertos sectores de población y se conseguiría una
mejor convivencia.
Debido a estas
causas y por la superación de aforo, ya que los centros de
acogida no pueden hacerse cargo de la entrada
masiva de estas personas a través de la fronteras de nuestro país, se apresuran a regularizar su situación. Así se
concluye este asalto en busca de una vida más digna y una situación económica
de subsistencia para estas personas, que viven en entornos tan precarios
en sus países de origen.
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